Nostalgia

Donde las Almas Finalmente Descansan.

Es que me refugié en el “habría sido” y en el “quizás” como si fuera más fácil vivir en los escenarios imaginados que enfrentar lo que en realidad debió ser. Me habría encantado compartir este viaje contigo, verte reír, dormir y despertar, y haberte acompañado hasta el último de nuestros días, hasta ese lugar donde las almas finalmente descansan juntas. Sí que lo habría querido. Si hubieras sido tú mi amor en esta vida, te habría entregado cada risa y cada lágrima, te habría confiado mis días más oscuros y mis momentos más brillantes. De seguro habría encontrado en ti un refugio, ese lugar donde el cansancio de la vida se disuelve, donde la paz de estar con alguien que te entiende sin necesidad de palabras se convierte al fin, en mi hogar.